POR ERICA ZUREK, MPR NEWS
COOK, Minnesota — En la pequeña ciudad de Cook, en el noreste de Minnesota, Rebecca y Eric Trip pasaron días limpiando su sótano, que olía a humedad, después de que las aguas retrocedieran. A mediados de junio, el sótano se llenó rápidamente con unos 2,5 metros de agua cuando las lluvias torrenciales provocaron una gran inundación repentina. El cercano río Little Fork se desbordó después de las tormentas, inundando negocios y viviendas.
Pasarán semanas hasta que se conozca la magnitud total de los daños y meses hasta que se complete la limpieza en Cook y otras partes del estado afectadas por las crecidas. Los residentes están ahora en modo de recuperación y tratando de anticiparse a los posibles efectos sobre la salud de las estructuras inundadas.
“A través de las ventanas se podía ver el nivel del agua. Se veía un agua amarillenta, naranja, marrón, que seguía subiendo”, dijo Eric Trip.
Los Trip viven en la casa donde Rebecca pasó su infancia, en Cook. La madre de Rebecca, Muriel Simonson, vive al lado.
“Sacaron a mi madre en canoa”, dijo Rebecca mientras miraba fotos en su teléfono celular, deteniéndose en una imagen de su madre de 86 años siendo rescatada de su casa inundada.
La ciudad de Cook y las comunidades cercanas se encuentran en una cuenca hidrográfica remota rodeada de un denso bosque boreal y numerosos lagos. Los residentes de la ciudad y sus alrededores también viven en una llanura aluvial.
Las aproximadamente 500 personas que viven en Cook durante todo el año generalmente reciben mensajes de un sistema de predicción de inundaciones cuando hay un riesgo elevado.
“Pero esta vez fue diferente. La inundación ocurrió muy rápidamente”, dijo Harold Johnston, alcalde de Cook. “Nuestro consejo para todos es que se sequen. No queremos que haya moho”.
Los mohos son organismos complejos que producen diversos tipos de sustancias que pueden ser irritantes y alérgenos. Pueden provocar síntomas respiratorios como estornudos, tos y dificultad para respirar, y pueden causar enfermedades graves.
Una vez que baja el nivel del agua, los edificios suelen permanecer húmedos durante el tiempo suficiente como para generar olores a humedad y moho. Dan Tranter, supervisor del aire interior del Departamento de Salud de Minnesota, se preocupa por los posibles riesgos para la salud en las viviendas inundadas.
Dijo que el moho no crece inmediatamente ni bajo el agua, pero comenzará a aparecer en las paredes y el piso después de un par de días.
“Cuando hay inundaciones terrestres, siempre decimos que hay que retirar los materiales absorbentes, como alfombras, bases para alfombras, paneles de yeso y aislamiento que hayan estado en contacto con el agua de la inundación”, dijo Tranter.
Quitar estos materiales de construcción puede resultar costoso y muchas personas de Cook no cuentan con seguro contra inundaciones ni acceso a contratistas autorizados que los ayuden con la limpieza. El sheriff del condado de St. Louis, Gordon Ramsay, ve a muchas personas abrumadas que no pueden hacer el trabajo por sí mismas, en particular las personas mayores y las que viven solas o tienen discapacidades físicas.
“Hay mucha gente que necesita ayuda en este momento y es muy triste verlo. Estaba en el norte, en una zona inundada, y ya se podía oler claramente el moho”, dijo Ramsay.
Agregó que con el calor del verano, el moho crece rápidamente, especialmente en sótanos con mala circulación.
Grupos de personas de Cook y de los alrededores se presentaron en la casa de los Trip para ayudar a sacar sus pertenencias del sótano. Recogieron y se llevaron los objetos que no se podían recuperar. Fotografías, objetos con valor sentimental y un baúl de cedro lleno de reliquias familiares se secaron al aire libre.
“En este momento, es mucho trabajo”, dijo Eric Trip. “A veces nos ponemos un poco a llorar pensando en el esfuerzo que han hecho los voluntarios”.
Varios días después de la inundación, en las aceras yacen trozos de alfombra mojada y sacos de arena empapados, y en las calles de Cook hay contenedores llenos de pertenencias dañadas. El césped cruje bajo los pies y, de vez en cuando, flota en el aire un tufillo a aguas residuales estancadas. En el parque de bomberos de Cook se alinean donaciones de productos de limpieza, ventiladores y deshumidificadores.
En la casa de los Trips, un ventilador de caja extrae la humedad del sótano.
“En las reuniones municipales dijeron que hay que tener cuidado porque el moho puede crecer”, dijo Eric. “Ayer por la tarde vino una señora y dejó algunos suministros, y dijo: ‘Mmm, huele mal’. Y es verdad, pero hoy huele menos mal y mañana olerá más a lejía”.
Rebecca asiente con la cabeza. Después de que terminen de vaciar el sótano, lo lavarán, lo blanquearán, lo dejarán secar y luego, dicen al unísono: “Sigan adelante”.
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