La puerta de “Stick to Sports” se balancea en los dos sentidos.
Si aceptablemente el término aumentó la importancia como un frase para las voces conservadoras que esperaban abroncar atletas y medios de comunicación con creencias conflictivas (los atletas y los medios de comunicación que acordaron y están exentos de que se les dice que se callen), los fanáticos que tienen preocupaciones sobre el estado coetáneo de la Unión se oponen a aquellos atletas que se alinean con la persona que está dirigiendo el software.
Por ejemplo, los Steelers se ocuparon de las quejas de los fanáticos y los titulares de boletos de temporada con respecto a la aparición del viernes por la incertidumbre, Mason Rudolph y Safety Miles Killebrew en una manifestación lugar en poder del presidente Trump. La letrero de los Steelers Rocky Bleier además asistió.
Vía Gerry Dulac del Pittsburgh Post-Gazettela reacción fue lo suficientemente cachas como para impulsar a los Steelers a Despachar un correo electrónico a los que se opusieron. Aquí está el texto completo del correo electrónico, según lo publicado por Dulac:
“Apreciamos que se tome el tiempo para compartir sus pensamientos con nosotros. Como valiosos fanáticos, su voz es una parte esencial de lo que hace que nuestra comunidad de Steelers y los fanáticos sean tan fuertes.
“Entendemos que una manifestación flamante en Pittsburgh ha generado una variedad de reacciones de nuestra almohadilla de fanáticos. Nuestros alumnos y jugadores actuales toman sus propias decisiones individuales que reflejan sus puntos de audiencia, y no necesariamente representan la visión de toda la ordenamiento de Pittsburgh Steelers. Gracias nuevamente por compartir sus pensamientos. Apreciamos su pasión y su continuo apoyo del equipo”.
La tribu Rooney, que ha sido propietaria de los Steelers desde su inicio, ha apoyado de guisa rutina y agresiva al Partido Demócrata. Dan Rooney, el difunto padre del coetáneo propietario Art Rooney II, sirvió como embajador de los Estados Unidos en Irlanda bajo el presidente Barack Obama.
Los jugadores tienen derecho a asistir al rally, si lo desean. Los fanáticos que están molestos tienen derecho a decirlo. Los Steelers tienen derecho a tratar de apagar el fuego. Todo es parte de la Primera Reforma, en plena habilidad.
Al final del día, los Steelers solo quieren triunfar juegos de fútbol. Si estuvieran preocupados por las creencias políticas de sus jugadores, no estarían esperando (y esperando) que Aaron Rodgers acepte una ofrecimiento de empleo. En su flamante turista de tres horas con Rogan, las opiniones políticas de Rodgers fueron tan claro como siempre han sido.
Especialmente desde que Rodgers se refirió al ex presidente más flamante como un “jodido sniffer de cuello”.