Tener experiencias más positivas en la vida puede mejorar enormemente la salud del cerebro, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Columbia.
Los investigadores descubrieron que las experiencias psicosociales positivas se asocian con un deterioro cognitivo más lento relacionado con la edad, un menor riesgo de desarrollar trastornos cerebrales como la enfermedad de Alzheimer e incluso una vida más larga.
Sin embargo, las vías moleculares subyacentes, que traducen estos sentimientos y experiencias en cambios físicos en el cerebro, siguen sin estar claras.
El papel de las mitocondrias.
La investigación sugiere que las mitocondrias del cerebro pueden desempeñar un papel crucial. Según los expertos, la maquinaria molecular utilizada por las mitocondrias para transformar la energía está potenciada en los adultos mayores que experimentaron menos estrés psicológico durante su vida en comparación con aquellos con experiencias más negativas.
“Estamos demostrando que el estado mental de las personas mayores está relacionado con la biología de las mitocondrias cerebrales, que es la primera vez que las experiencias psicosociales subjetivas se relacionan con la biología cerebral”, dijo Caroline Trumpff, profesora asistente de psicología médica en Columbia
Trumpff dirigió la investigación junto con Martin Picard, profesor asociado de medicina conductual en la misma universidad.
Enfoque del estudio
Los expertos analizaron datos de dos estudios extensos que involucraron a casi 450 adultos mayores en los Estados Unidos y recopilaron información psicosocial detallada durante dos décadas. Los participantes donaron sus cerebros después de su muerte para realizar más análisis, proporcionando datos sobre el estado de sus células cerebrales.
Trumpff creó índices que convertían informes de factores psicosociales positivos y negativos en una puntuación única de experiencia psicosocial general. También calificó a cada participante en siete dominios que representan distintas redes genéticas activas en las mitocondrias.
“El uso de índices de mitotipos multivariados es una innovación importante porque podríamos interpretar más fácilmente el estado biológico de las mitocondrias con redes de genes relacionados que un análisis de miles de genes individuales”, explicó Picard.
Abundancia de proteínas en las mitocondrias.
Los resultados mostraron que un dominio mitocondrial, que evalúa la maquinaria de transformación de energía del orgánulo, estaba asociado con puntuaciones psicosociales.
“Un mayor bienestar se relacionó con una mayor abundancia de proteínas en las mitocondrias necesarias para transformar la energía, mientras que el estado de ánimo negativo se relacionó con un menor contenido de proteínas”, señaló Trumpff.
Salud cerebral a nivel celular
Los investigadores también analizaron las mitocondrias en tipos específicos de células cerebrales y descubrieron que las asociaciones entre las mitocondrias y los factores psicosociales no estaban impulsadas por las neuronas del cerebro sino por sus células gliales.
“Creo que esta parte del estudio, posible gracias a nuestra colaboración con el Centro de Neuroinmunología Computacional y Traslacional de Columbia, es lo que lo hace particularmente significativo”, dijo Picard.
“Hacer preguntas a este nivel de resolución celular en el cerebro no tiene precedentes en el campo mitocondrial. Las neuronas han sido el foco de la neurociencia, pero nos estamos dando cuenta del hecho de que otras células del cerebro pueden estar provocando enfermedades”.
Mitocondrias, estado de ánimo y salud cerebral
El estudio no puede determinar si las experiencias psicosociales de los participantes alteraron sus mitocondrias cerebrales o si los estados mitocondriales innatos o adquiridos contribuyeron a esas experiencias. Sin embargo, otros estudios sugieren que la relación entre las mitocondrias y el estado de ánimo funciona en ambos sentidos.
En estudios con animales, por ejemplo, se ha demostrado que el estrés crónico afecta la transformación de energía mitocondrial.
Además, un estudio reciente realizado por Picard y su colaboradora Elissa Epel en la Universidad de California en San Francisco encontró que el estado de ánimo positivo predijo una mayor producción de energía mitocondrial en las células sanguíneas de los participantes en los días siguientes.
Medir la salud mitocondrial del cerebro
Trumpff y Picard están estudiando actualmente si una mayor maquinaria de transformación de energía conduce a una mayor transformación de energía en las mitocondrias del cerebro. También están explorando formas de medir la salud mitocondrial del cerebro, que podrían usarse en los consultorios médicos en el futuro.
“Las mitocondrias son la fuente de la salud y la vida, pero no tenemos formas de cuantificar la salud, sólo la enfermedad”, explicó Picard. “Necesitamos una ciencia de la salud. Necesitamos pruebas que demuestren cuán saludable y resiliente es una persona”.
“Esto sería valioso desde el punto de vista clínico para monitorear los cambios en la salud antes de la aparición de la enfermedad, y podría transformar la investigación médica al brindar a los científicos algo a lo que apuntar además de décadas de depósitos de proteínas acumulados u otras formas de daño a largo plazo”.
El estudio se publica en la revista. procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
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